La ruta de flujo interno de un válvula de diafragma está cuidadosamente diseñado para evitar curvas afiladas, cambios abruptos en la dirección u otras características que podrían inducir un flujo turbulento. El diseño promueve un flujo estable y uniforme, lo que permite que el fluido ingrese y salga de la válvula sin interrupciones significativas en la velocidad o presión. Al reducir la turbulencia de flujo, la válvula ayuda a minimizar las gotas de presión localizadas que pueden conducir a la cavitación. Los cambios graduales y controlados en la velocidad dentro del cuerpo de la válvula evitan la formación repentina de burbujas de vapor, lo que podría colapsar violentamente y causar daños en las superficies de la válvula, lo que lleva a la erosión relacionada con la cavitación.
Una de las principales ventajas de las válvulas de diafragma es su control de flujo preciso, que es crucial en los sistemas de alta velocidad. El posicionamiento ajustable del diafragma permite un estrangulamiento gradual y preciso de fluido, evitando las condiciones que podrían causar una velocidad excesiva de fluido o sobretensiones de presión. Cuando el flujo de fluido se controla de manera efectiva, el potencial de cambios rápidos de presión que inducen la cavitación se reduce considerablemente. En aplicaciones donde se requiere estrangulamiento, la válvula de diafragma asegura que el flujo sea estable y dentro de los parámetros de diseño, salvaguardando así la erosión causada por presiones o velocidades fluctuantes.
La válvula de diafragma utiliza materiales altamente duraderos para su diafragma y componentes del cuerpo, que son resistentes al desgaste, la corrosión y la erosión. En los sistemas de alta velocidad donde pueden estar presentes partículas, productos químicos agresivos o fluidos de alto impacto, los materiales elegidos para el diafragma, como los elastómeros, el PTFE o los termoplásticos, proporcionan una mayor resistencia al desgaste abrasivo y un ataque químico. Esta selección de material garantiza que la válvula mantenga su integridad con el tiempo, incluso cuando se somete a condiciones extremas.
Para evitar la formación de burbujas de cavitación, las válvulas de diafragma están diseñadas con características reguladoras de presión incorporadas. Estos mecanismos incluyen válvulas de alivio de presión o diseños de válvulas equilibrados que mantienen una presión constante dentro del sistema. Al controlar las oleadas de presión, las válvulas de diafragma pueden prevenir situaciones donde puedan ocurrir caídas de presión repentina, causando cavitación. En sistemas con presiones fluctuantes o inestables, estas características son particularmente valiosas para garantizar que la válvula funcione en un rango de presión seguro, minimizando así el riesgo de cavitación y su erosión asociada.
En los sistemas de alta velocidad, las velocidades de fluido pueden causar desgaste en los componentes de la válvula si no se manejan adecuadamente. Las válvulas de diafragma están diseñadas para manejar tasas de flujo más altas de manera eficiente sin permitir una velocidad excesiva en puntos críticos. La válvula de diafragma puede cerrar estrechamente y sellar sin permitir un flujo excesivo de fluido a través del cuerpo de la válvula, evitando así las corrientes de alta velocidad localizadas que podrían inducir la cavitación. Las válvulas de diafragma mantienen una presión estable en todo el sistema, reduciendo el riesgo de zonas de alta velocidad que podrían conducir a la erosión.
Los sistemas de alta velocidad implican fluidos o sistemas de alto impacto donde las partículas sólidas pueden suspenderse en el flujo. En estos casos, el diafragma de la válvula de diafragma se construye típicamente a partir de elastómeros o termoplásticos que poseen resistencia a la abrasión inherente, lo que protege los elementos de sellado del desgaste erosivo. Del mismo modo, el cuerpo de la válvula está construido a partir de materiales de alta resistencia y resistentes a la corrosión, como el acero inoxidable, que evita la degradación cuando se expone a fluidos abrasivos o corrosivos. Esta selección de material es crítica para extender la vida útil de la válvula y mantener su rendimiento con el tiempo, especialmente en entornos que entran en otros tipos de válvulas.
La cavitación y la erosión a menudo se exacerban por el flujo pulsante, lo cual es una ocurrencia común en los sistemas donde el flujo de flujo fluctúa debido a la operación de la válvula. El diseño de la válvula de diafragma ayuda a reducir las pulsaciones de flujo al mantener un flujo suave y continuo. El mecanismo de diafragma ofrece flexibilidad, lo que permite que la válvula responda suavemente a los cambios en la presión o el flujo, reduciendo la aparición de cargas de choque o sobretensiones de presión repentina. Esta característica es especialmente importante en los sistemas donde están presentes el ciclo rápido o las fluctuaciones de presión, ya que ayuda a minimizar las condiciones que conducen a la cavitación y al daño erosivo asociado.